Para ti, para el padre o la madre...
para ti, para el maestro que quiere ser profesional...
para ti, para el abuela o la abuela, para el tío o la tía...
para ti, para la monitora de comedor, para el entrenador...
para ti, el vecino, la cuidadora, la amiga de la amiga...
para ti, porque buscas la buena educación del niño que amas...

miércoles, 6 de abril de 2016

Autocontrol a través de la relajación

En la actualidad, vivimos cada vez más falta de atención por parte de los alumnos. Esta disminución de la capacidad de atender y poco autocontrol está ocasionado sobre todo por la sobrecarga de estímulos. 

Los niños experimentan las emociones de su entorno desde el útero y durante toda la infancia van almacenando todas las tensiones y sentimientos que siente a su alrededor influyendo en su educación emocional.

La sociedad y el ambiente que rodea a los alumnos es distinta a la de hace unos años, por lo tanto, el modo en que debemos educarlos también debe hacer un giro y amoldarse a las necesidades actuales.

Vivimos en una sociedad demasiado cambiante, llena de tensión, con objetivos demasiado enfocados únicamente a la productividad y rendimiento.

Los pequeños, al igual que los adultos, también necesitan relajarse. Los niños necesitan un horario, momentos tranquilos y ritmos de vida lento. Ayuda el hecho de estar envueltos por unas figuras paternas y profesorado tranquilo y paciente, que utilicen a menudo métodos de relajación y autocontrol con los niños.

La tarea educativa que se plantea es transmitir valores y conocimientos necesarios a los alumnos para integrarse a la realidad social. Debemos educar al alumno en actitudes para poder superar las etapas de la vida y lo que la sociedad nos pide.

Como educadores, nuestra primera meta debe ser educar a nivel general, para que el niño sea feliz, no para que haga una carrera, aunque se puede, obviamente complementar. Educar la mente, una mente positiva y sobre todo reforzar el autocontrol.

El autocontrol es la relajación de uno mismo para tener la mente más clara y poder actuar mejor sin nervios que te corrompan. A algunos niños les cuesta autocontrolarse. Es tarea de padres y profesores ayudarlo en ese paso.

El primer punto para una buena relajación en el aula es que el docente sea un buen modelo a seguir, en valores, pautas de comportamiento, actitudes, habilidades sociales y estado de ánimo óptimo.

La relajación no supone solo calmar a nivel físico y mental para que los alumnos y profesores estén más tranquilos, si no que también hace posible que se trabaje mejor, en ambiente de calma, con mayor disciplina y conducta. Aparte, saber relajarse supone, como hemos mencionado antes, tener autocontrol que les servirá a los alumnos para mejorar en su rendimiento y sociabilización. 

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